“Una aventura futurista de proporciones gigantescas”
El pasado 12 de julio se estrenó la nueva propuesta
del director mexicano Guillermo Del Toro (El Laberinto Del Fauno, Hellboy). Y
aunque Del Toro nunca se ha alejado de las películas, siempre activo como
guionista y productor, este es su primer trabajo como director desde el 2008.
Conocido por sus películas de temática sobrenatural y
fantasías de tono sombrío, Del Toro entra a un territorio nuevo con esta
aventura futurista de proporciones gigantescas, con acción a flor de piel y
efectos especiales que dejan a IRON MAN 3 y EL HOMBRE DE ACERO combinados como
un trabajo amateur realizado por estudiantes del primer año de la Universidad
de Efectos Especiales (LOL!).
LA HISTORIA
En un futuro no muy lejano, la tierra es invadida de a
poco por unas criaturas alienígenas del tamaño de rascacielos llamados Kaiju.
Para combatirlos, los humanos crean unos robots de igual o mayor tamaño que los
Kaiju, a los que nombran de Jaegers. Los cuales sólo pueden ser usados por
dos humanos que tienen una conexión mental emocional lo suficientemente
fuerte como para controlar la enorme descarga de energía que se necesita para
pilotar las maquinas.
Pero debido a que las criaturas, poco a poco, van
descubriendo nuevas formas de defenderse de los Jaegers, y los ataques aumentan,
el gobierno decide exiliar a todas las máquinas y sus pilotos a Hong Kong. A
pesar de esto, el oficial comandante de los Jaegers, Pentecost, sigue
entrenando combatientes y mejorandolos con tecnología de la más
avanzada.
Cuando los nuevos intentos de mantener a los Kaiju
alejados de los humanos fallan, Pentecost y sus Jaegers deciden volver a
combate y con la ayuda de dos especialistas en Kaijus, idean un plan para poder
cerrar de una vez por todas, el portal entre el mundo de estas criaturas y el
nuestro.
LA CRÍTICA
A estas alturas, la mayoría de ustedes, queridos
lectores, esperan la peor de las críticas de parte mía cuando a películas de
acción y blockbusters esperados se refiere. Déjenme comenzar diciéndoles que
este no es el caso. Pero sí, voy a empezar expresando lo que yo considero que
hay de malo en ella y dejar lo bueno, para el final.
Aunque el concepto de la película es, en cierto modo,
bastante original, con la cuestión de las criaturas extraterrestres y sus
origines, y lo mismo se puede decir de las máquinas de combate y su modo de uso,
aunque en cuestión de diseño sean casi idénticos a los Transformers.
El guion en sí tiene varios agujeros, como toda
película de ficción. No todo cuadra y a veces queda un poco ridículo, pero son
detalles que realmente no importan. Ahora en lo que la película falla y lo hace
de manera gigantesca es en los personajes, el desarrollo de los mismos y su
protagonismo dentro de la historia. Todo está impecablemente confeccionado en
base de clichés y sentimentalismo extremo. Los conoces tan, pero tan bien,
porque ya los has visto miles de veces en otras películas, que desde el primer
momento en que aparecen en escena ya te sabes de memoria todo lo que va a
ocurrir con ellos, el tipo de interacción que van a tener con el personaje
principal y qué va a pasar con ellos al final de la película.
Y cómo las maquinas mismas están conectados a los
pilotos, en toda película los personajes están directamente conectados con la
historia. Se supone, no? Por lo tanto no
importa cuán original pueda o no ser el concepto, si uno tiene personajes así
de predecibles, todo el resto de los acontecimientos también lo serán.
Sin embargo, los daños colaterales que puedan surgir
de esta falla pueden ser un tanto reducidas si los personajes caen en buenos
actores que a pesar de todo, dan lo mejor de sí. Y gracias al Dios de las
películas, los elegidos para TITANES DEL PACIFICO hicieron justamente eso.
Charlie Hunnam (de la serie Queer As Folk), Idris Elba
(Thorn, American Gangster), Charlie Day (Horrible Bosses, Monsters University),
Robert Kazinsky (de la serie True Blood), Max Martini (de la serie The Mentalisti),
todos merecen elogios por dar lo mejor de sí y hacer creíble las emociones y la
pasión de estos personajes más repetidos que las figuritas que vienen en los caramelos y galletitas. Mención especial para la actriz japonesa Rinko
Kikuchi, que da la mejor de las interpretaciones en este film y a quién no veíamos en un papel prominente desde su interpretación
nominada al Oscar® en Babel (2006).
El único actor que sobresale, pero no por
su buen desempeño sino todo lo contrario, que simplemente no puedo dejar de
criticar es el de Burn Gorman como el Dr. Hermann Gottlieb, en lo que yo llamó, sin la más mínima gota de duda, como la peor actuación del año (si no es, la
de todos los tiempos en una película de acción). No entiendo cómo el director o
el productor mismo pudieron dejar pasar semejante catástrofe de manera tan
desapercibida. Sí bien es cierto que no cuenta con un personaje “principal” por
así decirlo, pero si tiene relevancia con el final del film. Una pena,
legalmente.
Pero si hay algo más que compensa los errores
previamente mencionados, aparte del buen trabajo de los actores principales es,
sin lugar a dudas, la excelente calidad de los efectos especiales. Te saca el
aliento la perfección, con lujo de detalles, de los robots y de los alienígenas.
Y si bien el hecho de que ambos sean gigantescos da una cierta impresión
de que nunca antes se ha visto algo así. Quizás no sea así, y quizás los efectos no sean tan perfectos como aparentan. Pero esa fotografía, ese efecto de cámara al estilo de que están siendo grabados por algún ciudadano cerca de ellos es, en mi opinión, lo que le da un toque extra de realismo tan impresionante, que es imposible no decir "Wow. Just WOW!" cada vez que un nuevo Kaiju sale al ataque.
Todo esto, junto con las escenas de acción de las
cuales son protagonistas, más los efectos 3D que cada vez más van mejorando con
cada película y que, realmente, cada vez van saliendo más y más de la pantalla.
Y por supuesto, los efectos de sonido y la música (para nada original, pero sí acorde a cada escena de acción), crean el ambiente perfecto de suspenso que
hacen que la adrenalina te suba casi a su máxima potencia.
TITANES DEL PACÍFICO, no es una película épica de
acción futurista que pasara a la historia. Ni por más perfecto que sean sus
efectos especiales, pues su predictibilidad es imposible de dejar pasar por
alto. Pero si es una excelente propuesta de película de acción que, aunque cuenta
con escenas que te puedan causar un que otro bostezo, las escenas de acción que
te mantendrán al borde de tu asiento, lo compensan todo. Al menos hasta que
termine la película y a otra cosa, mariposa.
Calificación personal final:
Efectivamente los efectos visuales hacen que la película sobresalga. Titanes del Pacífico es un trabajo que rescato y que a pesar de sus tintes apocalípticos logra safarse de historias que hemos venido viendo.
ResponderEliminarLo que más me gusta de esta película son los Jaegers , están increíbles!
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